El pollo con ajo no sólo es un plato clásico, sino también una receta básica utilizada tanto por los chefs como por los cocineros caseros. La clásica combinación de pollo jugoso, ajo fragante y hierbas aromáticas crea un plato que hace la boca agua, sencillo de preparar y lleno de sabor. Tanto si eres un principiante en la cocina como un profesional de la culinaria, podrás dominar fácilmente esta deliciosa comida.
Aquí tienes una receta de este plato clásico, deliciosa y fácil de hacer.
🐔 Ingredientes (para 4 personas)
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1 kg de pollo troceado (puedes usar muslos, contramuslos y/o pechugas con piel)
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6–8 dientes de ajo (según gusto), laminados o enteros con un golpe ligero
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100 ml de aceite de oliva virgen extra
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100 ml de vino blanco (seco)
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1 ramita de tomillo fresco (o ½ cucharadita de tomillo seco)
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1 hoja de laurel
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Sal y pimienta al gusto
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1 cucharadita de pimentón dulce (opcional)
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Perejil fresco picado (para espolvorear)
👩🍳 Preparación
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Salpimentar el pollo
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Lava y seca bien los trozos de pollo. Sazona cada pieza con sal y pimienta al gusto. Si quieres, espolvorea ligeramente con pimentón dulce para aportar un color y sabor extra.
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Dorar el ajo
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En una sartén amplia o cazuela baja, calienta el aceite de oliva a fuego medio‑bajo.
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Añade los dientes de ajo laminados o enteros (con un golpe ligero para que se abran).
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Fríe los ajos hasta que estén ligeramente dorados, vigilando que no se quemen (si se oscurecen mucho, amargan). Retíralos y resérvalos aparte en un plato.
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Dorar el pollo
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Sube el fuego a medio‑alto. En el mismo aceite (con el sabor del ajo), coloca los trozos de pollo con la piel hacia abajo.
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Deja que se doren sin moverlos durante unos 4–5 minutos, hasta que la piel coja color dorado.
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Gira cada trozo para dorar por todos los lados (otros 4–5 minutos). El objetivo es sellar la carne y conseguir una piel crujiente.
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Incorporar aromáticos y vino
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Cuando el pollo esté bien dorado, agrega el tomillo y la hoja de laurel.
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Vierte inmediatamente el vino blanco, sube un poco el fuego para que hierva y evaporen el alcohol (unos 2 minutos).
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Tras evaporar el alcohol, baja nuevamente a fuego medio‑bajo.
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Cocción a fuego lento
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Incorpora los dientes de ajo dorados que reservaste antes.
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Cubre la cazuela parcialmente con una tapa (dejando una rendija para que salga vapor) y cocina durante 20–25 minutos, removiendo de vez en cuando y asegurándote de que el pollo se impregne de los jugos. Si ves que la salsa queda muy espesa, añade un chorrito de agua o caldo; si está muy líquida, destapa para que reduzca.
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Rectificar y terminar
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Prueba y ajusta de sal y pimienta si es necesario.
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Si prefieres la salsa más espesa, sube el fuego los últimos minutos sin tapa y deja evaporar un poco más.
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Presentación
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Sirve los trozos de pollo en una fuente o directamente en los platos, bañándolos con la salsa de ajo, vino y hierbas.
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Espolvorea perejil fresco picado por encima para aportar color y frescura.
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🍽️ Acompañamientos sugeridos
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Patatas panaderas (rodajas de patata cocinadas en la misma sartén): ponlas primero debajo del pollo cuando doras la carne, para que se impregnen bien.
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Arroz blanco o pilaf: el arroz absorbe la salsa y completa la comida.
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Ensalada fresca: lechuga, tomate y cebolla aliñados con aceite de oliva y vinagre, para un contraste ligero.
📝 Consejos adicionales
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Si te gustan los sabores intensos, puede añadirse también un chorrito de vinagre de Jerez o unas gotas de limón justo antes de servir.
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Para obtener un ajo aún más suave, puedes blanquear los dientes en agua hirviendo 1 minuto antes de laminarlos y freírlos.
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El pollo con piel aporta más sabor, pero si prefieres una versión más ligera, utiliza pechuga sin piel; ajusta el tiempo de cocción para que no se reseque.
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El pimentón dulce es opcional, pero da un toque de color y matiz ahumado muy apreciado en la cocina española.
¡Listo! Con estos pasos tendrás un Pollo al Ajillo jugoso, lleno de aroma y con una salsa perfecta para mojar pan. ¡Buen provecho!