¿Te encanta cocinar e innovar con tus recetas? Entonces definitivamente deberías probar a hacer una salsa de ternera llamada «salsa de ternera». Es una opción excelente cuando quieres añadir un sabor único a tus platos. Lo mejor de esta salsa es que es fácil de hacer y sólo requiere unos pocos ingredientes sencillos. Además, puedes servirla con una gran variedad de platos, como pasta, arroz, carnes a la parrilla e incluso verduras. Si buscas una preparación fresca y sabrosa, entonces la «salsa de ternera» es una receta obligada.

¿En qué consiste la salsa de ternera?

La salsa de ternera puede tener distintos ingredientes según la receta que elijas. Suele consistir en hígado de ternera, cebolla, zanahoria, ajo, aceite de oliva, sal y pimienta. La clave de una buena salsa de ternera es que los ingredientes estén bien picados, ya que esto creará una textura suave y cremosa. Como verás a continuación, la preparación es muy sencilla y rápida, El esfuerzo y el tiempo que requiere varían según los ingredientes que elijas.

¿Cómo preparar Salsa de ternera?

      • Más textura: si prefieres trozos pequeños de hígado en la salsa, reserva un poco antes de colar y añádelo picado al final.

      • Aromáticos: prueba con una ramita de romero en lugar de tomillo para un matiz diferente.

      • Crema: para una versión más suave, incorpora 50 ml de nata líquida justo antes de servir.

      • Uso: perfecta para acompañar filetes de ternera, puré de patatas o verduras asadas.

        Ingredientes (rinde aprox. 400–500 ml de salsa)

        • 2 cucharadas (30 g) de mantequilla o aceite de oliva

        • 1 chalota o ½ cebolla pequeña, picada fina

        • 1 diente de ajo, picado muy fino

        • 1 zanahoria pequeña, picada en brunoise (cubitos muy pequeños)

        • 1 tallo de apio, picado en brunoise

        • 100 g de hígado de ternera, limpio y picado fino

        • 1 cucharada (15 g) de harina de trigo

        • 150 ml de vino tinto (o jerez seco)

        • 300 ml de caldo de ternera (preferiblemente casero o concentrado)

        • 1 ramita de tomillo fresco (o ½ cucharadita de tomillo seco)

        • 1 hoja de laurel

        • Sal y pimienta negra recién molida al gusto


        Preparación

        1. Dorar el hígado

          • Sazona el hígado picado con una pizca de sal y pimienta.

          • En una sartén amplia, calienta 1 cucharada de mantequilla (o aceite) a fuego medio‑alto.

          • Añade el hígado picado y dóralo rápidamente (1–2 min), removiendo para que quede suelto pero sin llegar a cocinarlo por completo. Retira y reserva.

        2. Sofreír el mirepoix

          • En la misma sartén, baja a fuego medio y añade la otra cucharada de mantequilla.

          • Incorpora la chalota (o cebolla), la zanahoria y el apio. Cocina 5–7 min, hasta que estén tiernos y empiecen a dorarse.

          • Añade el ajo picado y saltea 30 segundos más.

        3. Formar el roux ligero

          • Espolvorea la harina sobre las verduras y remueve bien durante 1–2 min para eliminar el sabor a crudo, sin dejar que se tueste demasiado.

        4. Deglasar

          • Vierte el vino tinto y sube el fuego. Raspa el fondo de la sartén para deshacer los restos dorados (fond). Deja que burbujee 1–2 min, hasta evaporar el alcohol.

        5. Cocer la salsa

          • Añade el caldo de ternera poco a poco, removiendo con varilla para evitar grumos.

          • Incorpora el tomillo y la hoja de laurel.

          • Devuelve el hígado reservado a la sartén.

        6. Reducción y colado

          • Lleva la salsa a ebullición suave, luego baja el fuego y cocina a fuego lento, sin tapa o con la cazuela entreabierta, 10–12 min, hasta que espese y el hígado termine de deshacerse en la salsa.

          • Retira el tomillo y el laurel. Pasa la salsa por un colador fino o chino, presionando con el dorso de una cuchara para extraer todo el líquido y sabores, dejando atrás pequeñas partículas sólidas.

        7. Ajustes finales

          • Sazona con sal y pimienta al gusto.

          • Para un brillo sedoso, monta la salsa añadiendo una nuez de mantequilla fría al final y batiendo con varilla.


        Consejos y variaciones

        • Más textura: si prefieres trozos pequeños de hígado en la salsa, reserva un poco antes de colar y añádelo picado al final.

        • Aromáticos: prueba con una ramita de romero en lugar de tomillo para un matiz diferente.

        • Crema: para una versión más suave, incorpora 50 ml de nata líquida justo antes de servir.

        • Uso: perfecta para acompañar filetes de ternera, puré de patatas o verduras asadas.

    ¿Cómo servir Salsa de Ternera?

    La Salsa de Ternera se puede servir tanto caliente como fría. Se puede utilizar como base para una gran variedad de platos, como pasta, arroz, carne y verduras. Para obtener los resultados más deliciosos, se recomienda servir la salsa de ternera justo después de prepararla, para que se conserven su sabor y textura.

    Conclusión

    Como puedes ver, preparar una deliciosa salsa de ternera no es una tarea compleja. Con unos pocos ingredientes sencillos y la preparación adecuada, podrás crear una salsa exquisita y versátil que dará un toque diferente a tus platos caseros. Así que, si te gusta cocinar y experimentar con tus recetas, definitivamente deberías probar a hacer una salsa de ternera. Seguro que se convierte en una de tus salsas favoritas.

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