La salsa holandesa es una salsa clásica francesa que es perfecta para servir sobre verduras, pescado, huevos y pollo. Es una salsa cremosa, rica y ácida que constituye un delicioso complemento para cualquier plato. Hacer salsa holandesa casera puede ser intimidante, pero con la receta adecuada, es fácil de hacer en casa.
En este artículo, te guiaremos a través del proceso de elaboración de una salsa holandesa clásica de principio a fin. También te daremos algunos consejos para que te salga perfecta y algunas variaciones de la receta clásica.
Ingredientes
Los ingredientes que necesitarás para la salsa holandesa son sencillos y pocos. Necesitarás:
- 4 yemas de huevo grandes
- 1 cucharada de agua
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1/2 taza de mantequilla sin sal, derretida
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
Preparar salsa holandesa es un proceso sencillo, pero requiere un poco de paciencia y atención a los detalles. Así es como se hace:
- En un cazo pequeño, mezcla las yemas de huevo, el agua y el zumo de limón. Cuece a fuego lento, removiendo constantemente, durante 2-3 minutos, o hasta que la mezcla espese y cubra el dorso de una cuchara.
- Retira el cazo del fuego y añade l-e-n-t-a-m-e-n-t-e la mantequilla derretida. Es importante añadir la mantequilla lentamente para evitar que la salsa se corte. Sigue batiendo hasta que se haya incorporado toda la mantequilla y la salsa esté suave y cremosa.
- Sazona la salsa holandesa con sal y pimienta, al gusto. Sírvela inmediatamente o mantenla caliente hasta que esté lista para usar.
Consejos para solucionar problemas
Si tu salsa holandesa se vuelve excesivamente espesa o empieza a separarse, no cunda el pánico. Aquí tienes algunos consejos para volver a ponerla en marcha:
- Si la salsa se vuelve demasiado espesa, añade un poco de agua caliente o zumo de limón y vuelve a batirla durante un minuto aproximadamente.
- Si la salsa empieza a separarse, retírala rápidamente del fuego y añade otra yema de huevo batida. Esto ayudará a que la salsa vuelva a unirse.
Variaciones
Existen algunas variaciones de la receta clásica de salsa holandesa que puedes probar. Éstas son algunas de nuestras favoritas:
Salsa Bearnesa
La salsa bearnesa es una variante de la salsa holandesa aromatizada con estragón. Para hacer salsa bearnesa, añade simplemente unas cucharadas de estragón fresco o seco picado a la salsa una vez esté completamente ligada.
Salsa Mousseline
La salsa mousseline es una variante más ligera y espumosa de la salsa holandesa. Para hacer salsa mousseline, añade 1/2 taza de nata montada después de haber ligado bien la salsa.
Salsa holandesa con alcaparras
Para hacer salsa holandesa con alcaparras, remueve simplemente una cucharada de alcaparras una vez que la salsa esté bien ligada.